miércoles, 14 de abril de 2010

Aquél rincón...




Solo, aquí, en ese pequeño cuarto echo con míseros bloques graffiteados, y esa ventana, por llamarlo así, donde me solía sentar mientras dormía, y pensaba que mi felicidad eras tú, sentíamos la arena cálida que quemaban nuestros pies, pero da igual, me tendiste la mano que somos fuertes sabías que mientras estuviéramos el uno al lado del otro no nos pasaría nada, pero... ¿y ahora?
Ahora... ese sitio que yo llamaba mi verdadero hogar, el pequeño cuarto echo de bloques al lado de la playa, ya no es mi palacio sin mi princesa de la sonrisa que enamora, ahora son unas simples cuatro paredes, que no tienen valor para mí, excepto los momentos que estuvimos allí, hablando de porqué eras mi todo, ahora cuando camino descalzo por la arena, sólo encuentro cristales rotos, y la arena me quema, tengo miedo, tengo miedo de haber perdido la razón de que mi mundo fuera tan bello.

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